viernes, 22 de febrero de 2013

Quienes Somos


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El Movimiento Misionero Mundial es una obra iniciada por Dios; es una obra profética que siempre estuvo en el corazón de Dios, para levantarla en esta hora final cuando tantos creyentes, congregaciones y concilios, se están deslizando por la corriente de la mundanalidad para estrellarse en las cataratas del pecado.

El fundador de esta obra el Rev. Luis M. Ortiz,  en 1963 queda oficialmente fundado el Movimiento Misionero Mundial, en la Isla de Puerto Rico.

Dios ha dado a esta obra una visión local, nacional, hemisférica y global. Es un Movimiento Misionero Mundial. Es "en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo ultimo de la tierra." Nuestra visión no es de grandeza humana, social, intelectual, conciliar, numérica, ni financiera; es una visión para "alzar nuestros ojos y mirar las regiones, que ya estan blancas para la cosecha" y poblar el cielo con los redimidos por la sangre de Cristo. Esta es una obra de acción, no somos visionarios que dicen tener visión, pero no tienen acción Tampoco somos llorones, que siempre estan llorando, pero nunca caminando. Nosotros no lloramos porque se nos llama a ir; lloramos porque vamos. "Ira andando y llorando."

Esta es una obra de vanguardia y avanzada; Dios la utiliza en el frente de batalla, donde otros no llegan; abre brechas y caminos, evangeliza al pecador, doctrina a los recién convertidos, establece nuevas iglesias, educa a los fieles con la Palabra de Dios, capacita a los obreros de Dios, propaga el Mensaje.

Es una obra de vida y Dios trae a muchos samaritanos, creyentes espiritualmente moribundos, golpeados, heridos, agobiados, confundidos y aquí con el nutritivo pan de la Palabra de Dios, el aceite del Espíritu Santo y el bálsamo de la Sangre de Cristo, recobran su vida espiritual y siguen sirviendo a Dios  con gozo y victoria. El Señor nos dijo que había levantado esta obra como un refugio para muchos de su pueblo que le aman, pero que mueren de hambre y sed de la Palabra y que El los sacaría y traería para restablecerlos.

Es una obra de fe y necesita mucho tu oración, intercesión y cooperación; porque conforme crece la obra, así son sus necesidades y demandas; es pobre en bienes materiales, pero llena de provisiones celestiales, de pocos recursos financieros, pero de mucho celo misionero. Esta obra es un monumento de fe, depende enteramente de Dios y El cuenta contigo y conmigo. Que Dios te bendiga.